Muchas personas en el mundo padecen de tener manos frías. Algunas de ellas piensan que es una condición congénita y no tienden a pensar que puede estar relacionada con un tipo de enfermedad, y es un grave problema; pues las manos frías pueden ser síntoma de un incorrecto funcionamiento del sistema circulatorio.
Causas patológicas de tener las manos frías
Como lo hemos dicho cuando tus manos están frías es debido a problemas circulatorios, la lista de enfermedades derivadas por esta afección es muy extensa, y se relacionan con:
- Anemia: sus síntomas, además del enfriamiento de las manos, se manifiestan con debilitamiento de uñas y cabello y sensación de fatiga.
- Enfermedad arterial.
- Enfermedad de Raynaud: ligada a contracción muscular de manera repentina.
- Hipotiroidismo.
- Problemas de circulación: aterosclerosis, anemia, presión arterial baja y niveles bajos de hierro.
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Circulación sanguínea y manos frías
Cuando la temperatura corporal baja, los vasos sanguíneos se contraerán y tus manos se pondrán frías, aunque esto lo padezca no significa que la sangre no fluye correctamente. El flujo sanguíneo que transita por las arterias no sufre modificación.
Fenómeno de Raynaud
El fenómeno de Raynaud se genera cuando hay vasoconstricción excesiva, generada por cuadros de estrés y baja temperatura ambiental. Como resultado, las manos, piernas y nariz se enfrían. En algunos casos el fenómeno de Raynaud no tiene una causa específica y se pueden presentar de un momento a otro; pero también puede ser provocado por lesiones en la mano, tabaquismo, enfermedad arterial o síndrome del túnel carpiano.
¿Cuándo las manos frías deben ser un motivo de visita al médico?
Es imprescindible acudir al médico cuando se manifiesta uno de los siguientes síntomas además de tener las manos frías:
- Fatiga.
- Dolor en las articulaciones.
- Hinchazón.
- Heridas que no cicatrizan o grietas en las yemas de los dedos.
- cambio de peso.
- Fiebre.
¿Cómo lidiar con las manos frías?
Además acudir al médico, puedes cumplir unos sencillos pasos de manera preventiva.
Tomar un buen té nos ayudará a estimular la circulación y calentar el cuerpo. Podemos probar un té de jengibre, zumo de limón, clavo o frambuesa. Gracias a la vitamina C de estos cítricos vamos a limpiar nuestros conductos sanguíneos. Hacer entrenamiento físico también es un buen motivo para estimular el funcionamiento de nuestro sistema sanguíneo y el bombeo de sangre a todos los lugares de nuestro cuerpo. Para empezar, podemos hacer pequeños movimientos con nuestras manos en pocos minutos, y con el paso de los días aumentar progresivamente nuestro entrenamiento.