Para conseguir adelgazar existen diversas dietas posibles, algunas con mayor grado de efectividad que otras. Pero pocas de estas dietas tienen el nivel de fama que alcanza la dieta mediterránea.
Para que nos hagamos una idea, la dieta mediterránea ha sido declarada por la UNESCO como patrimonio inmaterial de la humanidad. Pero más allá de su rica tradición cultural, a nosotros en este artículo nos interesa responder la siguiente pregunta: ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de esta dieta mundialmente conocida?
Si quieres obtener las respuestas que estás buscando, no dejes de leer este artículo hasta el final.
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En que consiste la dieta mediterránea
Antes de meternos de lleno en las ventajas y desventajas que tiene esta dieta para el objetivo de mantener el peso regulado, nos gustaría primero explicar en qué consiste esta exquisita receta culinaria.
La dieta mediterránea es conocida por tener entre sus platos una gran abundancia de vegetales. El ajo además es requisito fundamental en la sazón del menú. Además, el aceite de oliva conjuga como la principal fuente de grasas del platillo. Este último elemento lo estaremos profundizando más adelante.
Otra de las cosas que más caracteriza a la dieta mediterránea es que a diferencia de otras dietas, en ella se encuentra abundante presencia de pescado, carnes blancas (aves como el pollo) y productos lácteos.
Qué alimentos no se incluyen en la dieta mediterránea
Ya hemos explicado en que consiste la dieta mediterránea. Sería también justo decir que alimentos no están incluidos dentro de esta dieta para que no quede sobreentendido por nuestros lectores y comensales.
Aplicar a la dieta mediterránea significa sin más tener que renunciar a las carnes rojas y a cualquier tipo de embutido de nuestra vida diaria. Esto significa que más que una dieta, la mediterránea es un estilo de vida que implica un cambio sustancial y radical en nuestras vidas.
Se trata de una dieta baja en proteínas ideal para la disminución de peso, que nos va a enseñar una nueva forma de comer. Más nutritiva pero con menor carga proteica.
Las ventajas de la dieta mediterránea
La dieta mediterránea tiene amplias ventajas para la salud de sus comensales habituales. Por ejemplo, gracias a los ingredientes utilizados en sus comidas, las personas tienen menos riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Asimismo, al ser una dieta rica en vitaminas, minerales y antioxidantes naturales. El cuerpo se mantiene en un estado más saludable a lo largo del tiempo. Si esta dieta se combina con ejercicio físico, los resultados serán más que óptimos al largo plazo.
De igual forma, la dieta mediterránea es una dieta muy rica en fibra dietética. Esto significa que nos va a impulsar naturalmente a quemar la grasa de nuestro organismo.
Por último, el aceite de oliva nos alimenta con grasas monoinsaturadas. Evitando de esta forma que consumamos grasas saturadas más dañinas y perjudiciales para nuestro cuerpo.
Las desventajas de la dieta mediterránea
Si bien la dieta mediterránea es muy rica de cumplir en términos de sazón y condimentos. Hay que advertir que como todas las dietas, el éxito también dependerá de cada individuo, su constancia y otros elementos necesarios para bajar de peso como la actividad física que nos ayude a quemar más proteínas de las que son consumidas durante el día.
Más allá de las desventajas particulares que pueda tener para algunas personas por presentar, quizás, intolerancia a alguno de sus componentes. En términos generales tenemos que decir que es una dieta muy baja en calorías, lo que la hace ideal para perder peso, pero puede ser un problema cuando se aplica en climas con inviernos muy fuertes.